Pensar en la actividad física es nuevo para la especie humana. Hasta hace unos setenta y cinco años, los seres humanos, de forma natural, realizaban actividad física como parte de la vida diaria. Sin embargo, hoy en día, en los países industrializados la gente necesita pensar en mover sus cuerpos de tal manera que estos se conserven sanos.
Si deseas vivir con una salud óptima, debes mover el cuerpo implicándote con algún tipo de actividad. El ejercicio mantiene los músculos fuertes, elimina las toxinas del organismo y ayuda con la digestión, el sueño, la producción de hormonas y más cosas. No hay absolutamente nada que pueda reemplazarlo, ni ninguna píldora mágica que pueda tener un efecto mínimamente equivalente.
Para que tu régimen de ejercicios sea completo, debes incluir tres componentes: el movimiento cardiovascular, la ejercitación de la fuerza o la resistencia y la ejercitación de la flexibilidad. Muchos programas combinan al menos dos de ellos.
El ejercicio cardiovascular es probablemente el más popular, porque es el más fácil de hacer. Puedes llevar a cabo tus treinta minutos de cardio con actividades como caminar, correr, montar en bicicleta, hacer senderismo, bailar y hacer trabajos de jardinería. Sin embargo, hay algo a tener en cuenta: todo el mundo tiene una frecuencia cardíaca a la que apuntar, aquella en que el corazón está trabajando a alrededor del 70 % de su capacidad. Esta frecuencia cardíaca de referencia cambia según el peso y la edad. Con el fin de beneficiarte plenamente de tu ejercicio cardiovascular, debes mantener esta frecuencia cardíaca de referencia durante veinte minutos por lo menos. Cuanto más sano estás y más envejeces, más difícil es que puedas lograr esto caminando. Es posible que debas efectuar un entrenamiento por intervalos o acelerar el ritmo de tus ejercicios (sean cuales sean) para que tu frecuencia cardíaca se mantenga dentro de tu zona de referencia. La mejor manera que tienes de saber si te encuentras en esta zona es por medio de un pulsómetro.
La ejercitación de la fuerza o la resistencia es el segundo componente de un régimen completo de acondicionamiento físico. Utiliza pesas de mano, máquinas de pesas o el mismo peso de tu cuerpo para desarrollar tu resistencia. Cuanto más envejecemos, más masa muscular perdemos, por lo que ejercitar la fuerza es tan esencial como hacer ejercicios cardiovasculares.
El tercer componente es la flexibilidad. Para conservarnos jóvenes, sanos y equilibrados, también debemos ejercitarla.
El ayurveda pone el acento en el yoga, porque se ha practicado con éxito durante mucho tiempo y presenta un gran número de beneficios, no solo para el cuerpo físico, sino también para los cuerpos emocional y espiritual. La palabra yoga significa, en sánscrito, ‘juntar’ o ‘unir’. Lo que se celebra con el yoga es la unión de la mente, el cuerpo, el alma y el espíritu. Hay un conjunto de posturas en particular, llamadas en conjunto saludo al sol (surya namaskar en sánscrito), que son extremadamente beneficiosas. Esta serie de movimientos ejercita los principales grupos musculares del cuerpo tanto desde el punto de vista de la flexibilidad como de la fuerza. Si se ejecuta durante veinte minutos por lo menos, el saludo al sol también puede considerarse una práctica cardiovascular saludable. Además de yoga, puedes hacer algunos estiramientos sencillos, Pilates o taichí.
En el libro La rueda medicinal del ayurveda puedes averiguar cuál es tu tipo de mente-cuerpo y el régimen de ejercicios que puede ser más adecuado para ti en función de ello.
Fuente: Michelle S. Fondin. La rueda medicinal del ayurveda (Ed. Sirio). Traducido por Francesc Prims Terradas.